Después de cinco días en Penang vuelvo a la carretera. He estado estudiando las posibles rutas preguntando a otros cicloviajeros y tengo la intención de cruzar Malasia de oeste a este. Voy a atravesar las montañas hasta llegar a las cameron highlands, las tierras más altas de Malasia, para después conquistar la costa este donde el buen tiempo y las increíbles playas me esperan.
Hoy he hecho 116km. Carretera completamente llana. No se si tenia el viento un poco a favor o que las piernas van cogiendo la forma.
Haciendo amigos por la carretera |
Termino el día en Taiping, y hoy pido asilo en la police station.
15/6/2015
Comienzo el día con sube y bajas continuos. Cada día me encuentro mejor en la bici.
A lo lejos llevo todo el día viendo las montañas. Altas e imponentes asomando los picos por encima de las nubes. Es lo que me espera a partir de mañana.
Me paro en un pueblo a tomar un café y comienzo a hablar con los locales que están sentados en mi mesa. Muy majetes, cuando voy a pagar no sólo ya han pagado sino que me sacan otro café con hielos y unas tostadas.
Reanudo la marcha, esta vez la carretera se hace más llana, lo que me permite avanzar rápidamente.
Sobre la una paro en un templo budista para visitarlo e intentar conseguir agua. A pesar de que nunca me he quedado sin agua, en Malasia no me está resultando tan fácil conseguir agua con hielos como en Tailandia.
No solo me dan agua sino que me dan una sabrosisima comida, unas peras y mangos para el camino.
Cuando llevo 96 y voy pensando en pararme antes de comenzar la subía a las Cameron Highlands me encuentro un cartel que anuncia "hot springs" . Decido acercarme a ver si puede ser un lugar para pasar la noche.
Delante de mí un río con unas termas que aunque no son muy grandes, son perfectas para pegarme un increíble baño. Agua caliente, agua fría, agua caliente, agua fría... y así me paso un buen rato disfrutando y recuperando las piernas.
Hago un rato de yoga en una plataforma delante del río y termino el día ya de noche, lloviendo y yo sólo disfrutando de esta maravilla de la naturaleza.
A veces cuando menos te lo esperas te encuentras con cosas que te hacen sentir un autentico privilegiado.
Simplemente disfruto del momento, lo aprecio y me voy a dormir en la tienda de campaña bajo la lluvia protegido por una simple tela.
Me siento grande y pequeño a la vez, me siento afortunado. Doy las gracias por otro gran momento.
16/6/2015. Kampung Raja.
Hoy me he levantado con dolor de espalda y el cuerpo bastante agarrotado. Así que decido pegarme un baño en las hot springs antes de marcharme.
Tengo que hacer un gran esfuerzo para dejar estas aguas, pero no me queda más remedio si quiero llegar algún día a la costa este.
Comienzo a pedalear y aparecen las primeras cuestas que me llevarán a las Cameron highlands.
Cincuenta y siete km que he hecho hoy, de ellos 50 de continua subida. En ningún momento me he encontrado con rampas de mucho desnivel, pero tampoco me he encontrado con descansillos.
He sufrido sobre Kanndy a la vez que he disfrutado del paisaje. Vegetación exuberante y kilometro a kilómetro he llegado hasta donde las nubes se juntan con las montañas. He parado en varias ocasiones e incluso he sacado la esterilla y me he tumbado en la cuneta a descansar un poco.
Cuando he llegado a Kampung Raja, he parado a comer y he dicho: por hoy ni un pedal más. Decido buscar un sitio para dormir y poder dejar la bici mañana, ya que he pensado acercarme a ver las plantaciones de té haciendo autostop.
Encuentro un templo chino budista y pregunto si puedo pasar la noche. Sin hablar ni una sola palabra en ingles nos entendemos y aceptan mi petición.
Ahora ducha un poquito de yoga y ha descansar de este duro día.
Esta noche tocara sacar por primera vez en muchos meses el saco de dormir. La temperatura es fresca, calculo que ahora, por la noche, sobre los 15 grados, lo que se agradece un montón no estar sudando todo el día y toda la noche.
17/06/2015 Cameron Highlands.
Hoy toda descanso de bici. Me levanto sobre las 7, desayuno y me voy haciendo autostop a ver las plantaciones de té.
Después de ver las de sri Lanka, donde mantienen la forma de recolección y tratamiento de hace más de cien años, estas me parecen un tanto industrial.
Por la tarde vuelvo al monasterio y hablando con un chico que vive al lado le digo que es mi cumpleaños. Contento me dice que me invita a cenar y cuando le digo que me voy a dormir al monasterio me dice que de eso nada, que a dormir a su casa.
A la mañana siguiente me lleva a desayunar al mercado, me da una bebida isotónica para el camino y un expray de esos de pimienta por si me atacan.
19/06/2015 Teman negara( Merapuh)
Y después de una subida llega una bajada. Más que rodar podría decir que volaba cuesta abajo.
Una carretera ancha sin nada de tráfico, toda para mí. A medida que bajaba iba notando el cambio de temperatura y por el rabillo del ojo intentaba disfrutar del paisaje.
Una carretera ancha sin nada de tráfico, toda para mí. A medida que bajaba iba notando el cambio de temperatura y por el rabillo del ojo intentaba disfrutar del paisaje.
Los kilómetros que hace dos días cuando subía a las tierras altas se hacían duros y largos, ahora pasaban a velocidad de vértigo. Pero todo bajada también tiene su fin y a la mía le había llegado el momento. Ahora tocaba un continuó sube y baja atravesando la columna vertebral de Malasia.
La carretera es perfecta para ciclar y el paisaje impresionante. Veo montañas hasta donde me alcanza la vista, se que tengo que de atravesarlas todas ellas si quiero llegar a la costa, cosa que me emociona sentirme aquí sólo ante todo este escenario.
vuelvo a sentir el calor y la humedad que dejé atrás hace unos días y con ella regresa nuevamente la vegetación tropical. Se que voy a echar de menos esos 15 graditos de allí arriba que me recordaban a casa.
Hoy ha empezado el Ramadham. Mes de purificación para los musulmanes, en el que desde las 5 de la mañana hasta las 19 no pueden probar bocado. Un mes de ayuno, un mes de fiesta para ellos. Para mí, estoy contento de tener la oportunidad de vivir este importante acontecimiento en Malasia, pero hoy he pagado el precio de la inexperiencia.
Hago 100 km en un continuo sube y baja, con una temperatura que superan los 35 grados pero la sensación térmica debido a la humedad es de más de 40 y por Dios o por Ala!! Necesito meter algo a este cuerpecillo.
Todos los puestos de comida que hasta hoy animaban la carretera y mi estomago, ahora se encuentran cerrados, ni rastro de comida ni gente....
Donde se han metido todos?? Pregunto a la poca gente que me encuentro y me dicen que más adelante hay "comida" ... sueño con llegar a ese lugar.
Por fin lo encuentro, encuentro el puesto de comida, encuentro a los dueños, pongo cara de muerto de hambre, que junto al sudor de mi cuerpo entiendo que doy la suficientemente pena como para que me preparen un simple platito de noodles.
Pues no!!! no me dice el tipo que esta cerrado?? Le digo que llevo 85 km bajo este infierno, pero ni se molesta en darme replica, simplemente me dice que en 17km esta Gua Musang.
Indignado, hambriento y sudoroso, prosigo mi marcha hasta llegar a mi destino.
Comienza, como de costumbre, mi búsqueda de asilo. Ojeo a la derecha, a la izquierda, veo unas casas en construcción que pueden ser una opción, veo a lo lejos una mezquita, que puede ser la opción buena pero cuando llego a ella, observo a lo lejos la torreta de un parque de bomberos. Adjudicado!!
Pregunto si puedo colocar mi esterilla en alguna esquina baja el techo, me aceptan y me indican un lugar bajo un tejado.
Comienzo a hablar con ellos y a los 15 minutos la opción del tejado ya se transformado en una habitación con cama pero sin ventilador. Les digo que para mi perfecta.
Con el estomago pidiéndome a gritos comida, me voy al centro a cenar. Un matrimonio de dice que me siente con ellos. Me ayudan a elegir el menú de esta noche, conversamos sobre el mi vida, sobre mi edad, mi estado civil y sobre todo sobre el Ramadham. Cuando terminan de cenar me dicen que mi cena está pagada.
Vuelvo a mi hogar de esta noche, me junto con los bomberos en la sala de control, que parece más un bar que una sala. Sentados en el suelo reímos aprendo malayo y ellos español.
Once de la noche. La habitación sin ventilador a estas alturas ya se ha convertido en una con aire acondicionado y televisión.
Gracias por otro gran día.
20/06/2015. Taman negara
Hoy me proponía hacer unos 100 km. A los 30 kms veo una señal que indica Taman Negara. Es una entrada al bosque, dicen, que más antiguo del mundo.
No contaba con esta entrada ya que no venia en mi mapa y a la que me dirigía esta a mas de 180km.
Cambio de planes, cambio de entrada y nos vamos al bosque más antiguo del mundo.
Me adentro en el bosque y pronto la vegetación, los inmensos arboles y los sonidos de los pájaros hacen que me sienta como Mogly.
Oigo a pocos metros ramas moverse, algún animal grande... pienso en osos, tapires, tigres... elefantes... todo lo que he visto en las fotos a la entrada.
Resultan ser jabalíes!!! Decepción y alivio. Por si acaso no me pongo en su camino. Sigo disfrutando de lo grande ....
hoy duermo en el parque, con la mejor sinfonía que pueda imaginar.
20/06/2015. Tamaño Negara - Kuala Lipis.
Continúan los sube y bajas. Cuando llevo unos 40 km me encuentro con un cruce y decido preguntar por la opción más conveniente.
Un chico que va en un coche se para y me dice que la dirección es la buena pero que básicamente me espera un infierno, o así lo entiende él.
A la media hora un coche me saluda, como otros tantos, desde el otro carril. Es el chico que me dijo lo del infierno. Levanto la mano y le sonrio o hago aman de sonreír.
Cambio de carretera, esta vez todavía más tengo la sensación que voy atravesando la selva, como uno me dijo ayer sobre esta ruta. A los 10 minutos vuelve a aparecer el chico y se para delante mio. Sonriendo me dice que al ser Ramadán me será muy complicado comprar comida y que me ha comprado algunas cosillas. Me río a carcajada limpia, no se si llorar de la emoción, de la alegría o darle un abrazo. Saca del coche una bolsa que me deja temblando. Chocolatinas, galletas, bollos, una botella de agua otra de isostar...
Decido, dado mi lamentable estado higiénico, darle un efusivo apretón de manos y me falta poco para arodillarme a sus pies.
Se despide de mi con una sonrisa y deseandome suerte.
Tenía razón, sólo dos kilómetros más adelante me esperaban unas cuestas que me hicieron retorcerme en la bici y sufrir cada metro.
Gracias al isostar de mi Angel de la guarda, a la musica que iba escuchando y a lo entretenido del camino, llegue a Kuala Lipis sobre la una del medio día bastante cansado.
Encontré un templo Sihk( indio) y tras una inmensa comida en un restaurante indio donde la gula me hizo probar de todo lo vegetariano que tenían, me fui a tumbar me un poquito.
Ese poquito resulto ser una siesta de dos horas. Solo me faltaba el pijama... pero me desperté como nuevo.
Ahora tocaba buscar un sitio donde dormir. Probé en la mezquita, esta vez me dijo que no, tantee algún otro sitio y al final pregunte por la opción que a día de hoy nunca me ha fallado. La Bomba ( o los bomberos)
Llegué, pregunte y me aceptaron. Esta vez me destinaron al gimnasio. Me preguntaron sobre mi viaje, yo lo hice sobre sus vidas. Llego el oficial de tan sólo 32 años y pasamos un buen rato hablando. Cuando se levanto el "toque de queda" se fueron a saciar sus estómagos. Yo me di una ducha, me relaje un rato y al rato volvió el oficial y me dijo que me llevaba a cenar a un sito.
A estas alturas mis aposentos ya no serian el gimnasio sino nuevamente dormiría en la habitación con cama y aire acondicionado.
Volvimos a conversar sobre Europa, sobre su vida y sobre la mía. Cuando decidimos marcharnos, como en otras innumerables ocasiones, este también insistiría en hacerse cargo de la cuenta.
21/06/2015 Kuala Lipis - Sungai Tekam Utara.
Sigo atravesando las montañas de Malasia. Hoy han sido 102 km de calor e interminables cuestas. El paisaje sigue siendo mi aliado y ser que voy a echar de menos estas carreteras en las que pedaleo entre selva, veo monos jugueteando en los arboles, infinidad de pájaros esforzándose en hacerse notar y los pocos coches que pasan para nada rompen esta armonía.
Hoy ha habido suerte y he pasado por un pueblo con una comunidad china bastante importante, lo que me ha permitido saltarme del Ramadán y degustar una sabrosa sopa de noodles.
Los últimos 25 km han sido más llanos. No me creo volver a usar el plato mediano durante más de un kilometro seguido. Tengo la sensación que ya he pasado la parte más dura de las montañas.
Justo a los 100km llego a un cruce de carretera, me encuentro a unos hombres vendiendo los famosos y olorosos durians. Pregunto si hay algún pueblo cerca, alguna mezquita, parque de bomberos, policía o lo que sea.
Flipan conmigo y me dicen que a 20km hay un hostel. Tras un rato hablando entienden mi forma de viajar y que la opción del hostel no está entre las 10 primeras.
Me dicen que hay un pueblo a dos km pero que si no tengo suerte allí que puedo volver y dormir debajo de la tejabana que les protege del sol y la lluvia.
En el pueblo me paro en un puesto que donde una amable señora vendía refrescos. Le pregunto dónde puedo dormir y ella muy simpática me obsequia con un refresco, conversa con un chico que acaba de llegar al puesto y me dice que me vaya a dormir a casa del de la moto.
En la parte exterior de la casa, tienen una especie de plataforma de unos 2x2m con un tejado y me pregunta si me sirve eso. Por supuesto que me sirve.
El chico me trae un ventilador y me pego una siesta que me hace sentir q estoy en el paraíso.
Cuando me despierto, continuo con mi rutina de yoga entre una multitud de niños por la zona. Presiento y al final confirmo que hoy va a ser imposible.
Me doy una ducha, lavo la ropa y comienzo a hacer trabajo de oficina( planificar ruta y escribir el diario).
La familia me dice si me gustaría acompañarles en la cena. Por supuesto acepto la invitación.
Siete y media, ya no hay sol y según el Corán es momento de romper el ayuno. Toda la familia, compuesta por más de diez personas se sientan en el suelo rodeando una infinidad de platos que hacen que mi apetito se dispare.
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