17 de noviembre.
Dos días prácticamente sin dormir y llego a Bangkok. Son las 8:00 Am, el puesto de inmigración para hacer la visa está hasta la bandera. Dos horas para conseguir el sello en mi pasaporte, uno más. Salgo corriendo con la mochila hacia el cercanías que me lleva al centro de Bangkok. Cambio al Skyline ( tipo tranvía) que va por la superficie y puedes disfrutar de las vistas. Me siento como Paco Martín de Soria en Madrid. Cientos de rascacielos delante de mis ojos, todo limpio y ordenado... Esa es mi primera impresión después de llevar un tiempo viajando por India. Posiblemente el que venga de otro país tendrá una impresión posiblemente diferente.
Salgo del Skyline, sigo corriendo. Son las 11 y me dirigió a la embajada de Myanmar que cierran a las 12. Cuando llego hay una cola de dobla la esquina, valoro la situación y no me queda otro remedio que pagar un extra y hacer la visa exprés( te la dan el mismo día) a través de una señora que agiliza los tramites(1800 bhats), ya que mañana vuelo a Myanmar y sin visa no puedo entrar.
Ya sólo me queda pasar a recoger el pasaporte por la tarde, así que voy a dar un paseo con el mochilón a mis espaldas y el sofocante calor. Me dejo seducir por los puestos de comida, cosa que en Tailandia no es nada difícil y menos en mi con lo que me gusta probar cosas nuevas.
Todo me llama la atención, a la hora de estar paseando siento que mi estomago va a explotar. He ido probando una cosa de aquí otra de allí... al final decido darme un respiro, total estaré por esta zona una temporada y no creo que se lleven todos los puestecillos mañana.
Con el pasaporte en la mano mi próxima misión es encontrar la dirección de la chica de couchsurfing( gente que te aloja en su casa de forma gratuita) que me ha confirmado que me puedo quedar en su casa.
Consigo llegar al edificio del apartamento. En la calle me encuentro con un alemán y empiezo a hablar con él. Resulta que también esta en el apartamento de la chica. Me dice que hay un americano también. El apartamento en cuestión es una habitación minúscula y un baño. No tiene ni cocina ni sala ni nada por el estilo. Nos preguntamos como vamos a dormir 4 en una cama.
La chica sigue sin aparecer, el alemán dice que él saldrá fiesta y Dios dirá donde duerme.
Nos vamos los tres a cenar y tomar unas cervezas. Yo a las once y después de 2 noches sin dormir le digo que abandono. Ellos continúan la fiesta.
Llego al apartamento, me doy una ducha y aparece la chica. Me dice que ha quedado con un chico y que igual lo trae al apartamento y que si me puedo ir unas horas... le digo que aunque estoy rebentadisimo, es su casa... me dice que bueno que me quede que por ella no hay problema.
A las 3 de la mañana o así llega al apartamento, muy delicadamente me dice que me vaya al sofá que esta a escasos 10 cm de la cama, me pone un antifaz y me dice que sorry, dulces sueños...
Por supuesto OS podéis imaginar la situación. Yo en el sofá con un antifaz de los que te dan en los aviones y ellos en la cama a mi lado empleándose a fondo. Pienso en marcharme pero al final digo, donde voy a ir a las 3 de la mañana.... total hay cientos de tribus en las que esto es algo normal.
A la mañana siguiente esta ella sola, su "amante" se ha evaporado. Del alemán y el americano ni rastro. Entre risas le pregunto que tal se ha dado la noche, me dice que regular.
Paso el día callejeando por Bangkok y a las 8 de la tarde cojo el avión con destino a Myanmar.
Llego a las 22, salgo del aeropuerto y todos los taxistas me dicen que ya no hay bus a la ciudad. Supuestamente la parada de bus está a 1 km del aeropuerto. No les hago caso y comienzo a andar alejándome del aeropuerto. Es de noche y no hay nada, alguna casa o tienda esparcida pero todo cerrado. Pienso que a las malas puedo dormir al lado de la carretera en algun jardín perfectamente. Hace muy buena temperatura y no me hace falta ni la tienda de campaña.
Sigo caminando, llego a un karaoke y empiezo a hablar con los de la puerta. Negocio un taxi más o menos a buen precio y me presento a las 12 en el Thabarwa centre, un centro de meditación gestionado por monjes Budistas.
Que paradójico, ayer durmiendo a escasos centímetros de la lujuria y hoy durmiendo en el suelo entre monjes budistas. Esta es la magia de viajar!!!
Me levanto a las 4. Comienzo el día con una meditación en un hall con unas cien personas. Monjes, monjas, yoguis y demás personajes nos colocamos en padmasana( típica postura de meditación) durante hora y media. Unos en una profundísima meditación y otros, como yo, intentando no caerse dormido.
Este lugar comenzó como un centro de meditación. Hay que decir que en Myanmar la meditación es el deporte nacional. La gente comenzó a venir para meditar, abandonando su vida cotidiana durante meses y dedicándose en cuerpo y alma a la meditación.
Además de centro de meditación, actúa como centro de ayuda. Vienen personas con problemas físicos, económicos etc. Aceptan a todo el mundo independientemente de su clase social o religión.
Hoy en día es como una aldea donde cerca de 3000 personas conviven.
Después del desayuno a las 6 me voy con los monjes y voluntarios a hacer la colecta diaria por la ciudad de Yangon.
Los monjes desfilan despacio en perfecta armonía. Descalzos y con el rostro serio miran hacia el suelo mostrando simpleza.
Nosotros, los voluntarios, también descalzos vamos recogiendo lo que la gente va donando. Durante unas tres horas vamos pasando por las calles.
Un voluntario con un megáfono va en cabeza anunciando la llegada de los monjes. La gente sale al encuentro ofreciendo dinero, arroz y comida preparada con todo el cariño del mundo. Se me pone la piel de gallina al ver y sentir la devoción de la gente.
Cuando llegan los monjes a su altura, la gente se descalza también como muestra de humildad y respeto, ofrecen la comida o dinero al primer monje, este lo toca vendiciendolo. El rostro de la gente muestra su entrega y respeto absoluto. Son muchos los que una vez hecha la donación se arrodillan y apoyan la cabeza en el suelo hasta que pasa el ultimo monje.
Para esta gente el budismo es una forma de vida, desde que se levantan hasta que se acuestan viven por y para el Budismo. Prácticamente todas las familias tienen algún hijo monje, suele ser el mediano y para ellos es un grandísimo honor. Consideran que los monjes hacen la labor de rezar por toda la sociedad y ellos les corresponden.
Estoy impresionado de todo lo que hemos recolectado pero claro hay que tener en cuenta que es para alimentar a unas 3000 bocas.
Me subo al camioncillo con mis monjes y nos volvemos a casa contento por el trabajo realizado.
He pasado tres días en lo que ha sido una gran experiencia para mi y cuando me marcho, los monjes y demás voluntarios me dicen muy cariñosamente " don't go" pero les digo que volveré en un par de semanas.
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