sábado, 30 de mayo de 2015

Tailandia Sur, no sólo kilómetros de asfalto


 30 de Mayo 2015

Krabi, Thailand.
Más de dos meses desde la ultima vez que escribí. 
Que he hecho durante todo este tiempo....
Resumiendo mucho, pedalear desde Bangkok dirección sur hasta llegar a Chumphon, donde cargué a Kanndy en un ferry y nos fuimos de relax a Koh Tao. Aquí estuve unos días días buceando con la buena gente de HiAsia dive centre. 
Pasé a Koh Phangan, la famosa isla de la full moon party, pero que a parte de la fiesta tiene otras muchas alternativas. Yo me decante por el yoga en playas apartadas de la fiesta.

dandolo todo a las 10 Am....
 Y dandolo todo a las 10am tambien...


Recorrí la pequeña isla de sur a norte y vuelta por la costa oeste. La zona norte es mucho más tranquila y sobre todo fuera de temporada.
Volví a la Tailandia continental y me fui pedaleando en busca del Suan Mokkh international monastery donde hice otro retiro de diez días de meditación en silencio.
Diez días que aparqué a Kanny y continúe el viaje, pero esta vez fue un viaje interior. Un viaje en el que el objetivo es entrenar a la mente a estar presente, mindfulness...
Pasados estos diez duros días con largas horas de meditación, cargué el equipaje y me puse otra vez en ruta.


Cualquier momento es bueno para chequear la tensión. Todo OK!

Un buen lugar para descansar...


Atravesé Tailandia de este a oeste hasta llegar a la zona de Krabi, conocida por sus espectaculares montañas cársticas y por ser un paraíso para la escalada.


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Comienzo a ver las primeras mezquitas

Alojamiento en Koh Phangan



y un masajito en las piernas en plena ruta...

otro buen lugar para dormir...

ojito que voy por una romantic road...


no todo va a ser dormir como un homeless..





 Llego a  Aonang, en la costa oeste, donde un centro de yoga me había dicho que podía tomar un par de clases con ellos. 
Me gustó el sitio, me gustó la energía que se respiraba y tras hacer una clases de yoga decidí que era el lugar para sacarme el nivel dos de Reiki.
Pasados los tres días de curso y cuando me disponía a continuar mi viaje, Marina, la dueña del centro me propuso quedarme de voluntario. Trabajar dando clases de yoga y meditación y ayudarle con otras tareas a cambio de alojamiento y comida.
Por supuesto, como vengo haciendo en todo este viaje, escuché a mi corazón y la respuesta fue clara. Quedate!!!
Llevo casi dos meses en el centro Marina Yoga. He conocido mucha gente, muy buena energía y he tenido la oportunidad de aprender y practicar día a día.


A puntito de levitar...










la primera imagen de cada mañana


mi cocina, con vistas al exterior



Esta vez mi paso por Tailandai me ha llevado 3 meses. La vez anterior un mes, la anterior una semana... el país que siempre dige que sería un lugar de paso al final  el transcurrir de mi viaje ha hecho que le  dedique casi tanto como a la gran India y eso que probablemente no este en mi top 10 de paises.

 Pero es hora de moverse, en dos días Kanndy y yo volvemos a la carretera. 
Cada día, cada mañana  miraba a Kanndy y le decía: Espera un poquito más!!! Ella entre sollozos me decía que quería volver a sentir el aire entre sus radios, el calor en sus ruedas, el saludo de los lugareños y el peso en sus espaldas. Así que tras una larga y dura negociación el 1 de junio salimos nuevamente a la carretera, mano a mano, kilometro a kilometro rumbo a Malasia donde nos espera una de las selvas tropicales más antiguas del mundo, islas paradisiacas, un país con una mezcla de culturas que te hace pensar en el mismo día que estas en India, Pakistán, China o Tailandia...

Malaysia here we come!!!